¿Como afecta una agresión sexual a un hombre adulto?

Aunque existen numerosas investigaciones sobre las consecuencias de las agresiones sexuales en las mujeres, apenas existen investigaciones que aborden las implicaciones sobre su salud mental que produce una agresión sexual a un hombre adulto. En un nuevo estudio realizado por investigadores de la Florida Atlantic University y de la Universidad Estatal de Sam Houston, se ha descubierto que la agresión sexual masculina puede causar traumas emocionales y depresión.
Agresiones sexuales a hombres y a mujeres
Una agresión sexual es un contacto sexual no deseado. Y en esta breve descripción, obviamente se incluye un hecho altamente traumático como es la violación, que puede producir numerosos efectos adversos sobre la salud mental, como la depresión, trastorno de estrés postraumático, fobia, ansiedad, dependencia de alcohol y/o otras drogas, y también intentos de suicidios.
Aunque se ha realizado una amplia investigación sobre cuáles son las consecuencias que sufren las mujeres, apenas hay investigaciones sobre los efectos negativos que produce una agresión sexual a un hombre adulto (que no se encuentre en entorno carcelario). Tampoco las hay sobre las diferencias en dichas consecuencias entre los dos sexos.
En este estudio, los investigadores pusieron en duda la teoría sociológica que explica que, ante una agresión sexual, los hombres son más propensos a responder emocionalmente con ira y conductualmente con su implicación en actividades delictivas, mientras que las mujeres son más propensas a responder emocionalmente con tristeza y con conductas depresivas.
Esta teoría, conocida como Teoría General de la Tensión (General Strain Theory), y utilizada por sociólogos y criminólogos, intenta explicar la delincuencia y los comportamientos desviados como adaptaciones cognitivas, emocionales y conductuales ante hechos negativos de la vida.
El objetivo de los investigadores en este estudio, era demostrar hasta que punto la agresión sexual a un hombre adulto es infraestimada y poco estudiada. La investigación sobre la victimización sexual masculina se ha centrado sobretodo en las agresiones sexuales sufridas durante la infancia.
Un hombre adulto también puede víctima de una agresión sexual
Partiendo de una muestra formada por 11.860 personas adultas de los Estados Unidos, la mitad mujeres y la otra mitad hombres, obtenida de la base de datos de la Encuesta Nacional de Violencia Contra las Mujeres (National Violence Against Women Survey), los investigadores han analizado el impacto específico del sexo en las agresiones sexuales.
Los investigadores revelan que cuando empezaron el estudio, probablemente influidos por ideas anticuadas, estaban convencidos de que encontrarían que las mujeres agredidas sexualmente exhibirían puntuaciones más altas en depresión que los varones. Sin embargo, y para su sorpresa, encontraron que una agresión sexual a un hombre es igual de traumática que en el caso de a una mujer. Por lo que en ese aspecto, el sexo de la víctima es irrelevante.
Además, los investigadores de este estudio sospechan que existe la posibilidad de que los hombres puedan estar sufriendo más depresión que las mujeres, ya que no disponen de los sistemas de apoyo de los cuales suelen disponer las mujeres víctimas de una agresión, lo cual puede llevarles a reprimir sus sentimientos y emociones.
Según los datos disponibles en EE.UU a partir de hospitales, urgencias, etc., en 1980, los hombres representaban entre el 1% y el 10% de los casos informados de violaciones, mientras que en 1997 representaban entre el 5% y el 10%.
Recientemente, según los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización del Crimen (National Crime Victimization Survey), los hombres representan hasta el 38% de los casos informados de agresiones sexuales y violaciones. Los militares son un grupo especialmente vulnerable y con pocas probabilidades de denunciar.
Consecuencias de una agresión sexual a un hombre adulto
Los descubrimientos de este estudio podrían arrojar algo de luz en las muchas lagunas existentes en este área, favorecer la creación de programas de ayuda psicológica adecuados para los hombres y, en última instancia, eliminar el estigma y las barreras sociales que les impiden revelar y tratar adecuadamente su experiencia traumática.
Para los investigadores, este estudio demuestra que no hay lugar para el sexismo en la investigación sobre la agresión sexual. Insisten en la importancia de no ignorar a las víctimas masculinas y de concienciar que es un problema que también afecta a los hombres.
Si no se tratan, las víctimas de una agresión sexual pueden buscar salidas incorrectas para poder procesar sus emociones. Una depresión no tratada puede llevar a estrategias equivocadas de afrontamiento, como por ejemplo el consumo de drogas.
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Fuente: Florida Atlantic University
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