La depresión en mujeres es el doble que en los hombres

Un nuevo estudio de metanálisis realizado por la Universidad de Wisconsin y publicado en la revista Psychological Bulletin, confirma lo que ya se sabía: la depresión en mujeres se da el doble de veces que en el caso de los hombres.

Depresión y diferencias según sexo

Aunque este dato ya se conocía desde hace 20 años, este nuevo estudio ofrece pruebas mucho más sólidas.

Como todos los estudios de metanálisis, este estudio analiza los resultados de una gran cantidad de estudios previos. En este caso, el análisis abarca estudios que comprenden un total de 3,5 millones de personas en más de 90 países diferentes, y está diferencia por sexo ya se manifiesta desde los 12 años de edad, lo que es anterior a lo que habían sugerido otros estudios que consideraban que la diferencia surgía entre los 13 y los 15 años. Esta diferencia se reduce un poco tras la adolescencia, pero sigue manteniéndose en una tasa de casi el doble respecto a los hombres.

En este estudio, los investigadores tuvieron en cuenta tanto los diagnósticos de depresión mayor, como casos con síntomas de depresión reportados mediante medidas autoinformadas (cuestionarios y tests) que no cumplen estrictamente los criterios estándar para el diagnostico de la depresión mayor.

Depresión en mujeres e igualdad de género

Los investigadores, pertenecientes al departamento de estudios de género, también comprobaron si considerando el factor igualdad de género existía alguna diferencia. Para sorpresa de los investigadores, existía efectivamente una diferencia pero en el sentido contrario al que habían pronosticado. En las naciones con mayor igualdad de género, las mujeres son desproporcionadamente diagnosticadas de depresión mayor.

Para explicar esta realidad, los investigadores especulan con la posibilidad de que en las naciones con mayor igualdad de género, las mujeres no expresen sus sentimientos depresivos porque dicha expresión no encaja con un rol más masculino que intentan copiar.

A edades tempranas, aunque los investigadores reconocen que los cambios hormonales podrían desempeñar su papel, especulan de nuevo con otros motivos de tipo social, como podría ser porque se enfrentan a más acoso de tipo sexual.

Los investigadores destacan que a pesar de la prevalencia y la creciente preocupación por la depresión, este es el primer metanálisis que tiene en cuenta las diferencias de género en la depresión. Sin embargo, como en todos los estudios, es importante separar el grano de la paja, o dicho de otro modo, las pruebas de la parte especulativa. La parte especulativa es interesante y útil sobretodo de cara a orientar futuras investigaciones. Pero nunca hay que dejar de mantener un espíritu crítico y constructivo respecto a las especulaciones realizadas por los investigadores, sobretodo en casos como este donde los datos del resultado del estudio contradicen las hipótesis iniciales. Básicamente, porque si las especulaciones no son buenas, nos pueden orientar en una dirección incorrecta.

Depresión en mujeres y psicología evolucionista

A diferencia de las hipótesis de corte más social propuestas por los investigadores del estudio, desde otras ramas como la psicología evolucionista, probablemente se haría un mayor hincapié en las diferencias biológicas y de comportamiento entre sexos (diferencias que desde los estudios de género se consideran mínimas o incluso una construcción social). Del mismo modo, la psicología evolucionista podría ofrecer otro tipo de posibles causas sociales pero más vinculadas a la biología, como, por ejemplo, la baja natalidad en los países con mayor igualdad de género.

Desde el punto de vista de la psicología evolucionista, la mayor presencia de depresión en mujeres no tendría por qué corresponder a un "error" que deba de solucionarse. Una posible explicación (especulativa), y más viendo los resultados de este estudio, sería simplemente que las mujeres son por naturaleza más susceptibles a sufrir este tipo de trastorno (del mismo modo que los hombres son más susceptibles de sufrir otros problemas de salud mental).

Ningún médico pone en duda que la mayor tasa de cáncer de pecho en las mujeres respecto al cáncer de pecho en los hombres (que también existe) se debe a motivos biológicos y no a motivos sociales. Algo similar sucede con la depresión posparto. Del mismo modo, aunque resulta muy importante (para comprender la enfermedad) averiguar porque la depresión en mujeres es el doble que en el caso de los hombres, los psicólogos deberíamos de evitar explicaciones guiadas por la ideología en lugar de por los datos. Buscar explicaciones en la dirección incorrecta tan solo va a perjudicar la investigación en la salud mental de las mujeres.

Tal y como afirmo hace poco la Academia Nacional de Medicina de Francia, en una polémica descrita en este artículo de Le Figaro: “los hombres y las mujeres no son iguales ante la enfermedad y deben ser tratados de manera diferente”. La Academia también criticó “la primacía dada al género sobre las realidades del sexo”. Esta contundente crítica de la Academia francesa a como se aplican los estudios de género a diferentes disciplinas (en este caso a la medicina), no es gratuita. Los médicos e investigadores franceses han visto como la corrección política dictaba que resultados y pruebas eran políticamente correctos y cuales no lo eran.

Si por motivos ideológicos o políticos se fuerza a los investigadores a ignorar los datos y dar explicaciones políticamente correctas, el resultado solo puede perjudicar la investigación científica y eso supondrá poner palos en las ruedas para lograr una mejor comprensión de las enfermedades y unos mejores tratamientos.

La importancia de tratar la depresión en la adolescencia

Este estudio demuestra que es necesario darle la importancia que se merece al diagnóstico a edades tempranas, ya que la depresión es un trastorno que puede volverse crónico. Desafortunadamente, la depresión muchas veces es vista como un problema de salud mental solo en personas adultas. En el caso de los adolescentes, el entorno suele infravalorar la gravedad de la situación y se suele considerar que son solo "cosas de la edad" con el consabido "ya se le pasará cuando crezca".

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