Nuevos progresos en la identificación del origen biológico del trastorno de pánico

Una nueva investigación realizada por la Universidad de Cincinnati supone un nuevo apoyo a una teoría reciente sobre la existencia de un desequilibrio en el pH de nuestro cuerpo como origen biológico del trastorno de pánico. El trastorno de pánico se define como un síndrome caracterizado por episodios recurrentes y espontáneos de ansiedad incapacitante.
El trastorno de pánico y su origen
Este trastorno suele empezar a manifestarse típicamente durante la adolescencia o poco después y frecuentemente provoca un importante debilitamiento físico y emocional.
Entre los síntomas físicos son habituales las palpitaciones cardíacas, dificultad para respirar, mareos, náuseas, sudoración y/o escalofríos, e incluso puede manifestarse dolor en el pecho.
Aunque se han realizado importantes progresos tanto en el diagnostico como en el tratamiento de este trastorno, los profesionales aún no sabemos con certeza cuales son las causas que desencadenan los ataques de pánico.
Una candidata propuesta como origen biológico del trastorno de pánico, es la llamada acidosis, que consiste en una alteración del equilibrio del pH en el cuerpo. Según algunos expertos, este desequilibrio podría ser el causante de los ataques de pánico.
En busca del origen biológico del trastorno de pánico
En este nuevo estudio, realizado por los investigadores de la Universidad de Cincinnati (UC), se encontró que un receptor celular en particular, concretamente uno conocido por las siglas TDAG8, podría encontrarse asociado con la respuesta fisiológica característica del trastorno de pánico.
Esta nueva investigación ya ha sido publicada on-line antes de su publicación en la revista Brain, Behaviour and Immunity (Cerebro, Conducta e Inmunidad).
El receptor TDAG8, un receptor celular del pH, fue identificado por primera vez en células inmunitarias del cuerpo donde se encarga de regular la respuesta inflamatoria. En este estudio se realizaron experimentos de laboratorio con modelos animales donde se encontraron receptores TDAG8 en unas células inmunitarias del cerebro conocidas con el nombre de microglia.
Aunque por otros experimentos en laboratorio los investigadores ya sospechaban del posible papel de este receptor en el origen biológico del trastorno de pánico, no estaban seguros de su papel y era importante concretarlo con ayuda de pacientes que sufrieran dicho trastorno.
Para ello, los investigadores de la UC evaluaron cual era el papel de este receptor en una muestra formada por adolescentes y adultos jóvenes, la mitad aproximadamente de los cuales tenían diagnosticado un trastorno de pánico.
Para realizar el estudio procedieron a evaluar muestras de sangre de 32 personas con edades comprendidas entre los 15 y los 44 años. De estas personas, 15 contaban con un diagnostico de trastorno de pánico, mientras que las 17 personas restantes eran sujetos sanos usados como grupo de control. Además de las muestras de sangre, en el estudio también se evaluó la gravedad de los síntomas de ansiedad.
Los investigadores encontraron que existía una relación entre dicho receptor y los síntomas físicos del trastorno de pánico, además de diferencias entre personas que manifestaban dicho trastorno y personas sanas.
El receptor TDAG8 y su influencia en el trastorno del pánico
Este estudio piloto es el primero que evalua la relación entre las expresión genética del receptor TDAG8 entre personas con trastorno del pánico y personas sin dicho trastorno.
Los investigadores encontraron una asociación entre la gravedad de los síntomas y el receptor GADT8. Además, también encontraron que existía una relación entre dicho receptor y la respuesta al tratamiento con antidepresivos.
Según los investigadores, existe una relación directa entre el aumento de la expresión genética y la gravedad del trastorno de pánico. Además, también existiría una asociación entre una menor expresión genética y el tratamiento del trastorno, por lo que aventuran que el tratamiento farmacológico podría favorecer una remisión de los síntomas gracias a un posible efecto supresor del GADT8.
Para los investigadores sería importante que estudios futuros intentasen dar respuesta a la relevancia del TDAG8 y los procesos inflamatorios asociados, así como el papel de otros receptores similares en pacientes con trastornos de pánico.
Del mismo modo, aún esta por demostrar si unos receptores TDAG8 alterados son el resultado de una variación genética o existen otras posibles causas.
Tratamiento del trastorno del pánico
Si se confirman los resultados de esta investigación, estos se podrían plasmar en el desarrollo de nuevos fármacos para el tratamiento del trastorno de pánico, dirigidos a estos receptores y/o sus respuestas inflamatorias.
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Fuente: Universidad de Cincinnati
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